Aurelia Navarro Niño
La dirigencia estatal de Morena, endureció su discurso político al advertir que no será condescendiente con funcionarios ni exfuncionarios de las administraciones de los exgobernadores Luis Miguel Barbosa Huerta y Sergio Salomón Céspedes Peregrina, si estos incurrieron en posibles actos de corrupción.
El consejero nacional del partido, Agustín Guerrero, dejó en claro que las investigaciones sobre ambas administraciones permanecen abiertas y que, de comprobarse desviaciones de recursos o irregularidades en el uso de las carteras de gobierno, deberán fincarse responsabilidades conforme a la ley, sin importar nombres, cargos o militancia partidista.
Lo anterior, en alusión a los personajes que pueden llegar a estar involucrados en el fraude financiero de Accendo Banco, como la actual diputada federal y viuda de Luis Miguel Barbosa, Rosario Orozco Caballero.
Así como del propio Jorge Estefan Chidiac, quien tiene abierta una investigación por posible entrega de plazas a docentes de forma irregular, usando la titularidad de la SEP.
Desde un enfoque político, Guerrero subrayó que el principio de “no ser iguales” no puede quedarse en un discurso, sino que debe traducirse en acciones concretas contra la corrupción y, sobre todo, contra la impunidad, una postura que, dijo, ha sido asumida públicamente por el gobernador Alejandro Armenta Mier y que Morena está obligado a respaldar para no minar la credibilidad de su gobierno en Puebla.
“También están abiertas las investigaciones de las administraciones de Luis Miguel Barbosa y de Sergio Salomón Céspedes Peregrina. “No podemos exigir que se revisen las cuentas de la oposición y ser condescendientes con las nuestras; el trato debe ser el mismo”, sostuvo, en un mensaje que busca blindar políticamente al actual gobierno estatal frente a señalamientos de encubrimiento.
El consejero reconoció que Alejandro Armenta Mier ha sido enfático al señalar que en su administración no habrá tolerancia a la corrupción ni protección a malos funcionarios, lo que coloca a Morena ante un escenario político complejo: permitir que las investigaciones avancen, aun cuando impliquen revisar gobiernos emanados del propio partido.
Guerrero también lanzó un mensaje directo a la oposición, particularmente al PAN, al señalar que no esperarán señalamientos externos para actuar. “El que se porte mal, se va”, afirmó, reforzando la narrativa de mano dura que el nuevo gobierno estatal busca posicionar como sello político.