La ministra de Interior de Reino Unido, Amber Rudd, ha anunciado el despliegue de 3.800 militares en las calles del país después del atentado suicida que acabó con la vida de 22 personas, muchas de ellas menores, el lunes por la noche tras un concierto en Mánchester. Rudd ha explicado que tienen indicios de que el autor de la masacre, identificado por las autoridades como Salman Ramadan Abedi, pudo no actuar solo y que los militares se desplegarán en sitios clave a lo largo de todo el país para prevenir posibles ataques. Una medida que responde al aumento del nivel de amenaza terrorista a "crítico", el máximo en una escala de cinco.
La idea es que el despliegue anunciado por Interior facilite las labores de patrulla e investigación, liberando las fuerzas de policía de la vigilancia de los sitios clave. Así, las tropas se situarán en lugares como el Palacio de Buckingham, Downing Street (la residencia de la primera ministra), Westminster y cerca de las embajadas extranjeras en Londres. “Es una situación temporal que coincide con un contexto excepcional” dijo la ministra Rudd, que declinó dar detalles sobre el terrorista. Hay tres detenidos en relación al atentado.
El ataque contra una multitud de adolescentes que asistía al concierto de la cantante pop Ariana Grande en el Manchester Arena el lunes se produce a apenas 15 días de las elecciones generales anticipadas previstas para el 8 de junio. Los partidos políticos han suspendido, por el momento, sus campañas en señal de duelo y de apoyo a las víctimas y a sus familiares.
Ya se ha ordenado un primer despliegue de 984 militares en Londres, que aumentará progresivamente hasta los 3.800 dispersos en otros lugares. Los militares acudirán también a ciertos eventos como conciertos o encuentros deportivos para mantener la seguridad, según informó la primera ministra, Theresa May, cuando anunció la subida del nivel de alerta. Además, el despliegue anunciado este miércoles puede crecer. El ministro de Defensa, Michael Fallon, ha dado el visto bueno a la puesta en marcha de la Operación Tempora, que prevé que hasta 5.000 soldados colaboren en las labores de seguridad.
Es la primera vez desde el atentado contra el aeropuerto de Glasgow, en junio de 2007, que el nivel de amenaza terrorista es tan elevado y se recurre al despliegue del Ejército para prevenir nuevos ataques.