Cuando me buscó para que fuera su asesor en su falsa campaña ciudadana, el diputado Marcelo García Almaguer, me dijo que usaría el Covid como bandera y pretexto para hacer política y acercarse a la gente.

Me mostró gráficas manipuladas que supuestamente lo ponían como serio aspirante a la alcaldía.

Le dije que era muy peligroso porque estaba en riesgo la salud de la gente y la suya propia y me contestó: “tengo que lucrar con este tema a cualquier costo”.

Le pedí que cuidara a sus colaboradores cercanos y me dijo que no pasaría nada.

Le dije que no lo ayudaría, apretó la quijada, tragó saliva, salimos del lugar donde nos reunimos y días después lo vi recorriendo mercados y unidades habitacionales.

Entendí el tamaño de su ambición o desesperación por querer hacer ruido para evitar enfrentar la justicia por los actos de corrupción que cometió como ex funcionario.

Y me enteré que sin importar poner en riesgo la vida de sus colaboradores, siguió su desenfrenada locura para alcanzar impunidad.

Con tristeza me enteré por el mismo Marcelo de la muerte de José Luis Carmona, a quien conocíamos como Gigio.

Vale recordar que Gigio era chofer de Marcelo y acudía a todos los lugares a donde iba Marcelo, llámense mercados, unidades habitacionales y hospitales.

Espero que la conciencia de Marcelo esté tranquila; no lo creo porque tiene el mismo ADN de Rafael Moreno Valle, su jefe, su amigo, su cómplice, su dios... son culpables de muchas cosas e hicieron mucho daño a Puebla.

El COVID ha cobrado la vida de excelentes seres humanos y Gigio era uno de ellos. 

A su familia mis condolencias; a él mis oraciones para que alcance La Paz eterna.