El edil de Atlixco considerado el último reducto del morenovallismo, Guillermo Velázquez, heredará a la alcaldesa entrante Ariadna Ayala, un municipio con graves problemas de corrupción, inseguridad y nulo desarrollo social.
Ya no decimos nada sobre los moches a contratistas y proveedores porque en Atlixco se eso se hizo ley.
Tampoco del cobro a locatarios de mercados, ambulantes y giros negros.
Es muy grave porque sospechosamente su gobierno fue dócil con el crimen organizado.
El desaseo de su gobierno es imposible de maquillar para uno de los siervos predilectos de Moreno Valle.
Hace poco blasfemaba que se apoderaría del PAN y que se convertiría en el nuevo líder azul.
Tras la derrota que sufrió tuvo que recular y aceptar su condición de perdedor para evitar ser perseguido por tantos delitos que solapó.
Por eso anda muy dócil con Barbosa, la Auditoría y temeroso con la Fiscalía.
En tan poco tiempo cayeron su orgullo y soberbia.
Ni Genoveva lo salva....