Cuando vieron que la lideresa del PAN Genoveva Huerta, quería apropiarse todos los espacios políticos, el grupo más influyente de ese instituto político decidió hacerle frente para evitar su reelección.

Por eso no es casual que la panista Augusta Díaz de Rivera, haya sido enviada por ese influyente grupo de panistas que han sido excluidos y marginados, para participar en la elección donde Genoveva quiere perpetuarse otros dos años por lo menos.

Los panistas de verdad, vislumbran que la dirigente del PAN quiere apropiarse de las candidaturas más importantes para el 2024, incluyendo la gubernatura de Puebla.

Genoveva no ha hecho nada para disimular que se cree con los tamaños suficientes para ser candidata a gobernadora.

Y a un panista en especial quiere borrar del mapa político: Eduardo Rivera Pérez, quien en menos de una semana rendirá protesta como presidente municipal de Puebla capital.

Por su capital político, Lalo Rivera podría ser el próximo candidato a gobernador y eso fue lo que principalmente evitaron los morenogalistas en 2018, quienes de plano intentaron desaparecer al hoy edil electo.