Los quejosos amagaron con un paro indefinido en el Zócalo de la ciudad, en caso de que el Cabildo poblano apruebe revocar los permisos para lanzar una nueva licitación.
Argumentaron que las grúas son la única forma de subsitencia de más de 120 familias poblanas, y su operación ha sido respaldada por tres administraciónes municipales anteriores.