Por Melchisedech D. Angulo Torres/ Politólogo
La noticia no ha pasado desapercibida y ha desatado un sinfín de comentarios. Quien en 2019 fue la mente detrás de la polémica carta que exigía al rey Felipe VI de España pedir perdón por los “agravios de la Conquista”, la escritora e investigadora Beatriz Gutiérrez Müller, ahora se ha establecido en Madrid, en el exclusivo y lujoso barrio de La Moraleja. Seis años después de aquel episodio que tensó las relaciones bilaterales, el cambio de rumbo de la académica mexicana ha generado un debate sobre la coherencia, el pragmatismo y los privilegios de la élite política.
Gutiérrez Müller, que durante el gobierno de su esposo, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, rechazó el título de “Primera Dama” y se dedicó a la investigación histórica, fue una figura clave en la promoción de una narrativa oficialista que vinculaba las demandas sociales actuales con agravios del pasado. Su influencia en la misiva enviada a la monarquía española en marzo de 2019 es de dominio público. En ella se exigía una disculpa por el “exterminio” durante la Conquista, un gesto que el gobierno español rechazó tajantemente, dando inicio a una “pausa” en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Hoy, la misma mujer que impulsó ese reclamo se ha mudado a la capital española. Según fuentes cercanas, la razón principal sería acompañar a su hijo Jesús Ernesto, quien supuestamente ha iniciado sus estudios universitarios en la Universidad Complutense de Madrid. Sin embargo, los detalles de su nueva vida han provocado un gran revuelo. La elección de La Moraleja, una urbanización conocida por sus altos estándares de seguridad y por ser el hogar de empresarios y celebridades, con propiedades valoradas en más de 3 millones de euros, contrasta de forma evidente con el discurso de austeridad promovido por el gobierno de López Obrador.
El traslado de la investigadora a España ha sido aún más controversial, ya que según la prensa española, habría obtenido la nacionalidad gracias a la Ley de Memoria Democrática, diseñada para facilitar la regularización de los descendientes de exiliados o víctimas de la Guerra Civil. Gutiérrez Müller alega tener ascendencia catalana y castellana para justificar este trámite. Resulta paradójico que la académica que usó los agravios históricos como herramienta política para exigir una disculpa a la monarquía española, ahora se beneficie de una ley creada para reparar las injusticias del mismo pasado.
La noticia ha desatado críticas en ambos lados del Atlántico. En España, el escritor Arturo Pérez-Reverte ironizó al respecto, mientras que en México, la oposición ha señalado la hipocresía que representa el traslado de la esposa de un exmandatario a un barrio de élite, en total contradicción con el discurso oficialista que tanto defendió.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿dónde quedó la crítica al colonialismo?
Este caso, más allá de la anécdota, revela la tensión entre el simbolismo político y las decisiones personales de las figuras públicas. Mientras que España ofrece oportunidades educativas y culturales, el hecho de que una crítica acérrima de la monarquía y el pasado colonial de ese país decida residir en su capital, aprovechando leyes y privilegios que ella misma ha criticado, expone las complejidades de aquellos que navegan entre la crítica al poder y los beneficios que de él se desprenden.
@_Melchisedech