Ochoa siempre fue considerada una de las mejores golfistas de su época. La jalisciense empezó a jugar a los 12 años y pronto destacó en niveles menores. Posteriormente, la mexicana recibió una beca deportiva en la Universidad de Arizona y representando a dicho colegio fue dos veces campeona de la NCAA.

Ya a nivel profesional la mexicana consiguió ganar 27 títulos, dos de los cuales fueron majors, es decir de los torneos más relevantes y que más puntaje dan en la LPGA. Además, la tapatía fue la número uno del mundo por 153 semanas hasta que se retiró en el 2010.
A la mexicana le costó cinco años llegar al primer puesto del ranking mundial, pues el sitio de honor lo tenía la sueca Annika Sörenstam. Ochoa se expresó al respecto en una entrevista con Excélsior, “Annika estaba de número uno, mi meta era alcanzarla, cuando la pasé fue increíble, porque siempre la admiré”, dijo la golfista tapatía.

Además, Ochoa Reyes también comentó que soñaba con llegar al Salón de la Fama, “sueñas con ser jugadora de la LPGA y cuando las cosas empiezan a dirigirse en la dirección correcta, lo ves lejano, pero te preguntas si tal vez, algún día, tu nombre estará ahí: en el Salón de la Fama”, puntualizó.

Sinceramente, este es un suceso histórico no sólo porque la mexicana se convierte en la primera latina en ingresar a dicho recinto, sino porque también es la primera persona que lo hace después de sólo 7 años de carrera profesional; en teoría se exigía como mínimo una década en el profesionalismo para ser inducido. Muchas felicidades a Lorena Ochoa, un verdadero ícono del golf y el deporte femenil en México.

Con información de: sopitas.com