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Hace más de dos décadas Yo soy Betty la fea, creación de Fernando Gaitán, conquistó al mundo entero y alcanzó cuotas de pantalla nunca antes logradas, fue emitida a más de 180 países y logró el premio Guinness como la telenovela con mayor número de adaptaciones en el mundo, pero más allá de los récords, esta historia se convirtió en un fenómeno cultural que acompañó a millones de espectadores que se reconocieron en su historia.
Ana María Orozco revela la evolución de Betty en la nueva temporada
Su fuerza radicó en romper moldes, lejos del estereotipo de belleza, Betty proyectó a una mujer inteligente, trabajadora y vulnerable, no escondía su “fealdad” y en ello reconoció su resiliencia, esa autenticidad convirtió a Beatriz Pinzón, en una heroína moderna, capaz de mostrar que el valor de una persona va más allá de la apariencia, la serie se volvió un espacio de reflexión y abrió un camino distinto para las ficciones latinoamericanas.
Con Betty la fea: la historia continúa esa chispa regresa con alma renovada, Ana María Orozco retoma su papel para mostrar la madurez de una Betty que lucha por el empoderamiento, la equidad y la representación: “ha cambiado un poco la manera de abordarlo, pero me parece que algunos de los problemas en relación a roles de género siguen vigentes y eso lo vemos en la nueva temporada”, dijo la actriz a MILENIO.
Jorge Enrique Abello habla de la masculinidad en deconstrucción de Armando Mendoza
Y ese espíritu de revuelo cultural se adapta sin perder su esencia. Jorge Enrique Abello, como Armando Mendoza, revive su masculinidad en conflicto: “debemos resucitar el Tyrannosaurus Rex que es la masculinidad de Armando”, dijo el actor, “para entender el conflicto de una sociedad que, pese a que hoy todos tenemos una conciencia de cómo ese tipo de roles hacen daño en las personas, en las minorías, siguen existiendo”.
“Armando es un hombre que en este momento se debate, como toda nuestra sociedad se está debatiendo, especialmente los hombres, en cómo ya no debemos ser así, y está en esas dos aguas muy confundido. Este momento para los hombres es muy confuso. Lo que tienes es un personaje confundido en medio de dos aguas de lo contemporáneo que todavía no ha podido entender”, agregó el actor, sobre la deconstrucción de su personaje.
Con Yo soy Betty la fea se formó una familia, y esa complicidad aún se vive detrás de cámaras, Lorna Cepeda lo explicó al recordar que con Natalia Ramírez “basta una mirada” para activar la química que existe entre los personajes de Marcela y Patricia, “se nos facilita actuar juntas, nos divertimos mucho, la amistad en la vida real nos permite que en las escenas nos salga todo bien, nos conocemos tanto que hay entendimiento en el set sin palabras”.
Hugo Lombardi y su papel en la representación LGBT+
Si Betty la fea abrió caminos al mostrar que la belleza no define el destino de una mujer, Hugo Lombardi también marcó un hito en su momento. El diseñador irreverente, encarnado por Julián Arango, fue uno de los primeros personajes homosexuales de la televisión latina que no apareció como una caricatura, sino como un hombre fuerte y talentoso. Su presencia cuestionó las convenciones de la pantalla chica y lo convirtió en un referente.
Hoy, más de beinte años despues, Hugo regresa con los mismos rasgos, pero enfrentando nuevas circunstancias, “hace dos décadas se podían decir las cosas crudamente, hoy Hugo tiene que ser más agudo, pero le están pasando una cantidad de cosas en esta nueva temporada donde le toca agachar un poco la cabeza y donde no tiene la sartén por el mango”, explicó Arango. Esa vulnerabilidad lo coloca en un escenario distinto.
De entrada, debe “acercarse a las mujeres del cuartel”, generando dinámicas impensadas en la primera entrega, reconoció el actor, “y han intentado ponerle mordaza, pero Hugo mantiene su esencia, Hugo va a hacer lo que se le dé la gana”, y es en ese equilibrio entre irreverencia y adaptación donde reside la riqueza de su personaje que, en esta nueva etapa, encarna también los dilemas de una sociedad que busca mayor inclusión.
Betty la fea: la historia continúa llegó a la pantalla de Prime Video como una reflexión que va más allá de su primera entrega, ahora profundiza mucho más sobre temas como los roles de género, las diversidades y la representación auténtica, es un diálogo entre lo que fuimos, lo que se transforma y aspiramos a ser como sociedad; el clásico vuelve con sensibilidad e inteligencia para dar continuidad a un legado que aún tiene mucho por enseñar.