Taylor Swift quiere dejar claro con la denuncia que estos días es protagonista en los medios que no hay caso de agresión sexual lo suficientemente pequeño.
Swift lleva cuatro días inmersa en el juicio contra David Mueller, un DJ que según ella le tocó el culo sin permiso mientras su novia, la cantante y él se hacían una foto en el backstage de un concierto en junio de 2013. Lejos de señalar la acción en público o presentar cargos, Swift se limitó a informar de lo sucedido a la emisora de radio en la que trabajaba Mueller —pues unos compañeros, su novia y él estaban allí en representación de la misma—. El aviso terminó con el despido de Mueller, que dos años después decidió denunciar por difamación a Swift y a su madre, Andrea Swift, aduciendo que lo que decían sobre haberle tocado el trasero a la estrella era completamente falso y que le había costado el empleo.
Tras el caso abierto por el DJ, Swift denunció de vuelta a Mueller por agresión sexual, lo que acabaría con el caso que esta semana es protagonista de las principales cabeceras estadounidenses. Para la cantante, el juicio es muy importante porque para ella representa lo que las mujeres no deben permitir: que hombres como Mueller se salgan con la suya. "De ninguna manera voy a permitir que su cliente o usted me hagan sentir como que esto fue mi culpa porque no lo es. Estoy siendo culpada de unos eventos desafortunados de su vida que son un producto de sus decisiones, no de las mías", ha dicho este jueves Swift en el estrado, según E! News.
La madre de Swift no quiso denunciar a Mueller en su momento porque sabía, como luego bien probaron decenas de comentarios en redes sociales, que los trolls intentarían doblegarla. "No quería que tuviera que volver a vivir [...] ese momento tan horrible una y otra vez", dijo Andrea Swift el miércoles. De hecho, Swift no quiere ganar dinero con el caso. Sus abogados sólo han pedido 1 dólar en daños.
Las críticas al hecho de que el juicio tenga lugar en primer lugar, o que reciba más atención de lo habitual en juicios de acoso porque la protagonista es una celebrity, sólo hacen que demostrar la poca relevancia que se le da a casos como el de Swift y Mueller, en el que tocar el culo sin el permiso de la otra persona es algo que se debe pasar por alto porque no tiene tanta importancia. La tiene. Y Swift quiere que todo el mundo lo sepa.