La policía alemana anunció este jueves, el inicio de una investigación contra un presunto espía egipcio que trabajaba en el servicio de prensa de la canciller Angela Merkel.
El hombre es sospechoso “de haber trabajado durante años para un servicio de inteligencia egipcio”, subrayó la Inteligencia interior alemana en un informe, y añadió que la investigación abierta en diciembre de 2019 “continúa” en la actualidad.
No dio informaciones sobre su identidad o sobre lo que ha ocurrido con él en los últimos meses, y habló solo de “medidas” tomadas por la policía en su contra.
Según el diario alemán Bild, el hombre es un empleado de la función pública alemana “de grado intermedio”, jerárquicamente a un nivel más elevado que los que se inician, pero que no hace parte de los altos cargos.
Trabajaba en el servicio de visitas del centro de prensa federal alemán, el Bundespresseamt, servicio encargado especialmente de la comunicación sobre las actividades de la cancillería. Este caso es por lo tanto incómodo para Merkel.
El presunto espía se ocupaba en ese marco de recibir a los visitantes. Según Bild, podría por ese medio haber vigilado a los periodistas egipcios.