Julio Marín Leal, director de Gestión Ambiental y Sustentabilidad de VW México, reconoció en conferencia de prensa que cuando hay nubes bombardean cada 7 segundos, a pesar de la petición de los campesinos de los municipios de Coronango, Cuautlancingo y Acajete, para detener estos equipos, que causaron pérdidas de 2 mil hectáreas de cultivo. Los directivos dijeron que continuarán con la utilización de los dispositivos.

Marín Leal dio a conocer que ocupan tres cañones para lanzar ondas a la superficie. Dos se ubican en la planta armadora en el kilómetro 116 de la autopista México-Puebla y otro en un estacionamiento de la empresa en La Resurrección, al norte de la capital poblana, a la altura del estadio Cuauhtémoc.

La justificación de la armadora es que el granizo causa afectaciones anuales por 20 millones de pesos (mdp) por daños en sus autos ensamblados que están en los estacionamientos. Ese es el dato del año 2017.

El vicepresidente de Relaciones Corporativas y Compilliance Officer de Volkswagen de México, Carlos Luna Ramírez, informó que cuentan con permisos de la Secretaría de Desarrollo Rural y Ordenamiento Territorial para usar estos equipos.

Los directivos rechazaron que vayan a pagar 70 mdp como lo solicitaron habitantes afectados por daños a sus cultivos, con la disminución de las lluvias.

Afirmaron que estos equipos no eliminan la lluvia y que solo afectan en un radio de 1 kilómetro.