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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dejó en claro ayer que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no permitirá la participación de las fuerzas armadas estadunidenses en operaciones dentro de territorio mexicano, al subrayar que la colaboración bilateral en materia de seguridad se realizará siempre con respeto irrestricto a la soberanía nacional.
La postura de la cancillería fue emitida en respuesta a declaraciones realizadas horas antes por el embajador de Estados Unidos en México, coronel en retiro Ronald Johnson, quien afirmó que ambos países están unidos como dos aliados soberanos para enfrentar a los cárteles criminales.
En su comunicado de siete puntos, la SRE sostuvo que la colaboración con Estados Unidos se sustenta en principios como la confianza mutua, la responsabilidad compartida, la igualdad soberana, el respeto a la integridad territorial y una cooperación sin subordinación.
Cada quien debe trabajar en su país para atender las causas que provocan las adicciones y la violencia derivada del tráfico ilegal de drogas y armas, señaló la dependencia al recordar que México cuenta con una estrategia nacional de seguridad que busca construir la paz con justicia, a partir de la atención a causas estructurales y el combate a la impunidad.
La cancillería reiteró que el combate al tráfico ilícito de drogas y armas es fundamental para disminuir la violencia en ambos lados de la frontera, y que la mejor vía para lograrlo es el diálogo y la coordinación binacional, siempre bajo el respeto a las leyes y soberanía de cada país.
Desde hace meses, trabajamos en un acuerdo de seguridad sobre esos principios: colaboración y respeto a la soberanía, apuntó el texto.
La SRE fue enfática: México no aceptaría la participación de fuerzas militares estadunidenses en nuestro territorio, remarcando así que cualquier acción contra el crimen organizado deberá ejecutarse por las autoridades nacionales, con apoyo y cooperación internacional, pero sin presencia militar extranjera.