Ese es el verdadero rostro del panista Rivera Pérez, quien se exhibió como un ser vacío e inhumano. Ahora me explico el por qué Rivera Pérez no siente nada cuando los poblanos pierden a sus seres queridos en manos de la delincuencia.
El infortunado comunicador lleva varios años apoyando el proyecto político de Rivera Pérez y nunca se imaginó que su propio jefe, por quien arriesgó la vida, solo le dedicara un tuit vacío y frío.
Hoy la prensa ha dado a conocer que lamentablemente fueron las dos piernas las que le tuvieron que amputar a Armando, cuyo pecado fue ser siempre leal.
¿Qué sucederá con la familia de López Portillo?, ¿la indemnizará de por vida Eduardo o su mozo Adán Domínguez?.
Lo cierto es que la tragedia es lamentable, porque lleva dolor a familias y a seres humanos inocentes, aspectos que no ven los políticos que con un tuit creen haber resuelto esas tragedias.