Las cartas están echadas, el próximo lunes se toma la última palabra sobre quien será ¡por fin! El o…la próxima candidata a gobernador por MORENA. Sinceramente los primos Mier son los que canalizan la mayor atención sobre esta disputa, pero si se hace la de malas que tanto la suerte como la ley electoral o el propio instituto determina que toca criterio de género, tanto Nacho como Armenta se van a tener que ir por un tubo.
Esta disputa entre mujeres se la llevan desde luego Claudia Rivera vivanco y Olivia Salomón, dos mujeres que hasta no hace mucho han pasado inadvertidas (y no es para menos) debido a su carencia de oficio político. Tanto la primera edil izquierdista de la capital poblana como la madrastra del extinto Rafael Moreno Valle Rosas tienen antecedentes dentro de la clase política, aunque no serian nada sin su suerte ni sus apellidos respectivamente. En Claudia y Olivia se reconocen las dos caras de una moneda, por una parte, se trata de una aspirante de los llamados “puros de morena”, es decir, de la base más radical, aquellos que se identifican por ser de corte más progresista, así como jactarse de ser fundadores del partido. Olivia, todo lo contrario, se trata de una mujer que a pesar de sus colores tiene un profundo arraigo con las élites locales y por lo mismo con valores políticos muy distintos a los de su homóloga. No es para menos, se trata de la viuda del ex dueño de los equipos deportivos “Pericos de Puebla” y “Puebla de la Franja”, nada mal.
Es por ello por lo que Oliva puede ser la manzana de la discordia en Puebla, pero solo dentro del partido ya que de ser electa los grupos políticos locales desde luego que se sentirán más tranquilos al tratarse de una persona con arraigo regional, con disponibilidad de diálogo, de compromiso con los acuerdos y abierta a nuevas posibilidades de negociación. A diferencia de Rivera Vivanco quien se le cataloga como “una muestra más del efecto AMLO” en 2018, porque de otro modo ni siquiera a candidata hubiera llegado. Este, su principal achaque político, parece no hacer merma en su memoria explicando así su necedad de seguir buscando el voto popular. Si ya lo intentó para reelegirse como alcaldesa y tanto la ciudadanía como su instituto político le dieron la espalda ¿Qué le hace pensar que ahora será diferente?
Prácticamente es una desconocida fuera del municipio de Puebla y dentro de él la gente no alberga buenos recuerdos, ni siquiera los vendedores ambulantes a los que les permitió de nuevo instalarse en el primer cuadro de la ciudad, lo que generó muchas molestias entre la ciudadanía. Lo desastroso del resto de su administración también es historia, la destrucción del patrimonio que no se veía desde tiempos del ex gobernador Moreno Valle, las ridículas campañas de limpieza que ella misma encabezó supuestamente, a las que por cierto no le ayudó nada en cuestión de imagen, el déficit de imaginación en cuanto a políticas públicas, la cuestión de la inseguridad y demás agujeros políticos que intentó tapar con su constante máxima de “seguir aprendiendo” cuando se le pagó no por aprender sino para solucionar, etcétera etcétera.
Ciertamente una mujer se vería bien en la boleta como candidata, ayudaría a resarcir una deuda histórica tanto a nivel nacional como local, sin embargo, Rivera no necesariamente representa la gobernadora que muchos anhelan tener, a pesar de que hoy más que nunca se necesiten personas desarraigadas a las oligarquías tradicionales. Si embargo, no por ello significa que el perfil que sí cuenta con ese arraigo sí sea el más deseable. No sabemos que intensiones tenga Olivia ni de que masculinos sean originalmente, si Nancy de la Sierra en anteriores días regresó al PRI intempestivamente traicionando a sus electores morenistas “por si las dudas” toca mujer en Puebla ¿Por qué no Olivia Salomón no representaría el mismo riesgo de permanencia de los viejos hombres fuertes del poder en Puebla? No mujeres, hombres… maridos, cuñados, hermanos, primos…empresarios. Un juanazo moderno.
Hay que recordar que Olivia además de sus orígenes familiares es la prueba y encarnación de los acuerdos políticos logrados por otros medios, no es casual que siendo morenovallista haya sido nombrada como secretaria de economía (dependencia que no ha dado explicaciones del famoso agujero financiero que dejó Barbosa) junto con otros nombramientos en otras instancias, como el de Fernando Manzanilla prieto, primo del finado hijastro ya referido. Desde luego tampoco hay que olvidar la fuente de poder e influencia de ambas, de nuevo la historia de nunca acabar: los del centro (Rivera Vivanco) y los de la región (Salomón). Ambas preparan sus cartas que no son las mismas, pero a estas alturas ya todo se vale.
Tanto una como la otra tienen tela de donde cortar. Aún así ¿usted por cual se decantaría?
