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Al momento de mencionar el género western, en el mundo cinematográfico, es inevitable que se venga a la mente el nombre de Clint Eastwood.
El actor no sólo fue un icono para este género, sino que marcó a toda una época. Eastwood es considerado como un artista 360, el más completo de su generación, ya que no sólo se conformó con ser actor, también se ha desarrollado detrás de cámaras, como director, productor, guionista y hasta compositor de música.
“Eastwood es como una parte del alma norteamericana profunda, un alma muy conservadora, representa esta ala estadounidense de la parte republicana, muy del estadounidense blanco, pero también a la par es uno de los grandes iconos del cine”, afirmó en entrevista el crítico de cine Gerardo Gil Ballesteros.
“En la parte de actor tendríamos que tomar en cuenta que es un pionero de este héroe ranger, muy salvaje, muy violento, que es también muy del alma norteamericana, pero es un antecedente de lo que luego haría gente como Bruce Willis, Sylvester Stallone, y el propio Chuck Norris”, agregó.
Clint Eastwood nació el 31 de mayo de 1930 en San Francisco, California; fue nombrado igual que su padre, quien trabajó en el sector de la metalurgia, mientras que su madre, Margaret, fue empleada de una fábrica.
Desde pequeño fue la sensación, ya que en su momento, se mencionó que fue el bebé más grande que había nacido en su comunidad, pesando más de cinco kilos.
"Clint Eastwood es un pionero de ese héroe ranger, muy salvaje, muy violento, pero profundamente norteamericano"
Su familia se mudó en 1940 a Piedmont, California, en donde vivieron cómodamente. Estudió en el Instituto Técnico de Okland donde repitió curso debido a sus malas calificaciones.
Sus habilidades lo llevaron a destacar en oficios previos a la actuación: Socorrista, repartidor de periódicos, empleado de tienda, bombero forestal y maestro de natación, fueron algunos de los trabajos que desempeñó.
Antes de entrar a la universidad, fue reclutado por el ejército y destinado a Fort Ord, California durante la guerra de Corea.
Como actor, cuenta con casi un centenar de créditos. Comenzó su carrera en 1955 con El regreso del monstruo, seguido de participaciones en cintas como Never Say Goodbye (1956), Death Valley Days (1956) y Maverick (1959).
Pero fue la serie Rawhide (1959), en la que tuvo un papel secundario, la que lo llevó a ser más conocido. Su gran oportunidad llegó con la cinta Por un puñado de dólares (1964), bajo la dirección de Sergio Leone.
Cansado de interpretar a un buen tipo, apostó por ser el villano, el antihéroe. Fue la primera entrega de la “trilogía del dólar”, con la que daría el comienzo a la leyenda del western en la que se convirtió.
Este filme, junto a La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el malo y el feo (1966), son títulos clásicos del spaghetti western.
Su gran oportunidad llegó con ‘Por un puñado de dólares’ (1964), bajo la dirección de Sergio Leone.
“Él es duro, pero el duro con corazón, es el salvaje, incluso tal vez el sádico, pero el sádico con corazón, que al final de cuentas es un héroe muy norteamericano. No deja de ser un arquetipo del cowboy salvador, pero que su método es la violencia, las armas y más norteamericano que eso, no puede haber. En contraste con esto, también creo que es un artista que tiene una muy buena sensibilidad como director”, expresa Gerardo Gil Ballesteros.
Con lo que ganó en “la trilogía del dólar”, Eastwood fundó su propia compañía de producción: Malpaso Production.
Luego de El desafío de las águilas (1968), dejó por un momento su personaje cowboy y se adentró al rol de un general, en medio de la Segunda Guerra Mundial. Para 1970 protagonizó Harry el sucio, donde trabajó como director también y compartió créditos con Andrew Robinson.
“Con esta película Clint Eastwood crea justo el arquetipo de ese héroe duro, de ese hombre que busca la justicia, pero sus métodos son cuestionables. Al final del día un personaje como ‘Harry’ es la violencia muy metida en la psique norteamericana.; está este espíritu estadounidense de masacrar con un fin heroico. Y eso es algo muy profundo en la psique norteamericana”, dijo Gil.
Como director debutó en 1971 con el filme de terror psicológico Obsesión mortal, o Escalofrío en la noche. En total, Eastwood cuenta con más de 160 premios, entre ellos cuatro Oscar, gracias a su trabajo en Los imperdonables (1992) y en Golpes del destino (2004).
Respecto a sus proyectos en dirección, en donde no es actor destacan Río místico y Cartas desde Iwo Jima.
En 1994 recibió la Orden de las Artes y Letras de la República Francesa, mientras que en el 2000, recibió el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, galardonando su carrera.
Y en cuanto a la política, además de ser republicano, Eastwood fue alcalde de la localidad de Carmel by the Sea, en Monterrey, California, de 1986 a 1988.
A los 63 años sufrió un infarto; desde entonces ha cuidado en gran medida su salud. Aunque en junio del año pasado, internautas lucieron preocupados luego de un video en el que se observa que el actor, en un evento de su propia productora, no pudo subir los cuatro escalones del entarimado, se descartó que tuviera alguna enfermedad crónica y se mencionó que el cineasta trabajaba en su película Juror No. 2.
“Es un tipo que se atreve. Me parece que ese también es un gran mérito de Clint Eastwood, y justo por eso, porque es un personaje que vive en la búsqueda, a los 95 años sigue activo”, dijo Gil Ballesteros.
