Gabriela García Guzmán
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, respondió con contundencia a las declaraciones del comunicador Carlos Alazraki, quien afirmó que el video donde la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aparece acompañada por dos niñas en el municipio de Pantepec fue un montaje.
Armenta desmintió esas versiones y las calificó como acusaciones falsas y carentes de responsabilidad, al considerar que desacreditan el dolor de las familias que resultaron afectadas por las inundaciones registradas el 9 de octubre en la región.
Durante una conferencia con medios, el mandatario explicó que él presenció personalmente el momento en que las niñas se acercaron de manera espontánea a la presidenta para invitarla a visitar su casa, lo que dio origen a la imagen en la que se les ve tomadas de la mano. “Ese instante reflejó la confianza y cercanía genuina entre la comunidad y la mandataria”, manifestó.
Armenta lamentó que un comunicador con amplia audiencia difunda versiones sin pruebas, pues la desinformación erosiona la credibilidad del periodismo y desvirtúa el trabajo de quienes atienden directamente a la población afectada.
“Ese señor no es periodista, es un difamador. Un periodista tiene ética, y él no la tiene. Me indigna porque nosotros estamos recorriendo las comunidades, viendo el sufrimiento real. Lo reto a que, si tiene dignidad y profesionalismo, me acompañe a ver la realidad”, expresó Armenta.
El gobernador también retó públicamente a Alazraki a trasladarse a la zona afectada para constatar de primera mano las condiciones en las que viven las familias que perdieron sus pertenencias a causa de las lluvias. Criticó que se opinen hechos desde la comodidad urbana, sin conocimiento de causa.
“¿Cómo puede alguien, desde el confort de Polanco, negar lo que está pasando? Para llegar a esa comunidad se necesitan cinco horas. Es fácil hablar cuando no se conoce la realidad”, reprochó.
En contraste, Carlos Alazraki ha sostenido que las imágenes del recorrido presidencial fueron preparadas con antelación, argumentando que el equipo de Sheinbaum habría organizado la escena con las menores.
Este intercambio de declaraciones ha reavivado el debate sobre la ética en el ejercicio del periodismo y la responsabilidad de los comunicadores frente a los hechos públicos y las tragedias sociales.

