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Un avión comercial español con 85 personas a bordo procedente de Madrid, se estrello sobre un conglomerado de pequeñas fincas rústicas, según anunciaron las autoridades, después de tres tentativas infructuosas de aterrizaje en el aeropuerto local cubierto por la niebla. Aviaco, una compañía relacionada con Iberia, hizo saber que no hay esperanza de sobrevivientes. La empresa agregó que todos los pasajeros parecen ser españoles, incluyendo un equipo de natación de Barcelona y personas que proyectaban pasar unas vacaciones en balnearios del noroeste. Según declaración de Aviaco, el avión se estrelló después de hacer explosión en el aire.
El piloto fracasó en tres tentativas de aterrizar con visibilidad pobre y entonces se le indicó que se dirigiera al aeropuerto de Santiago de Compostela. Poco después, quedó cortado el contacto por radio. Restos del aparato envuelto en llamas alcanzaron granjas de la aldea de Montrove, distante siete kilómetros del aeropuerto, pero la policía informó que las casas estaban abandonadas y no fue muerto ningún labrador. Una agencia noticiosa, sin embargo, informó que murieron cinco aldeanos. Este accidente fue el octavo de una serie que vienen sufriendo las aerolíneas españolas desde principios de 1972. Los máximos ejecutivos de la empresa se trasladaron a La Coruña para prestar asistencia en la investigación.
