A sus 87 años de edad, con grandes y graves deficiencias para expresar sus sentimientos y emociones, el octogenario político Porfirio Muñoz Ledo, reclama su indudable triunfo ante dos aliados del fracasado régimen de la 4T.

Aún no terminan de desbaratar el país, ni  tampoco de llevar a la miseria a más mexicanos, pero a los morenistas les urge devorarse el cadáver de un país que agoniza por tanta corrupción impuesta por cada régimen en turno. Y por eso se disputan la marca.

Porfirio Muñoz Ledo está a punto de arrebatarle su hijo, su partido, su invento, al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y los cachorros de AMLO resultaron malos, muy malos, para comprar conciencias y hacer aliados.

Mario Delgado y Yeidckol Polevnsky hicieron el ridículo porque con todo el apoyo de AMLO, no pudieron retener de manera contundente el control del partido más joven e invadido por la corrupción.

Hoy el futuro de Morena no es nada alentador. Mucho menos para aquellos políticos que desean reelegirse bajo sus siglas, porque sufrirán un duro revés por el desgaste de su partido que hoy es disputado por verdaderos caníbales políticos.

López Obrador fue el responsable de encumbrar a Morena y actualmente lo es de la crisis que enfrenta.

Sumó tantos intereses resentidos e hizo una mescolanza ideológica que hoy exhibe la fragilidad de un instituto político carente de valores e ideología.

Y para colmo, el árbitro que tanto fue criticado por AMLO, el INE, hoy es el Plomero del propio AMLO que a como dé lugar , quiere seguir controlando su invento.

Por cierto: ¿alguien en su sano juicio cree que Muñoz Ledo ofrecerá algo diferente del daño que ha hecho como líder político?.

Yo sinceramente no. Sus mejores años ya pasaron y su promiscua ideología lo ha exhibido en su momento.