Siete largos meses que han disfrutado los poblanos sin un ser perverso y lleno de maldad y ambición desmesurada. Hoy se encuentra preso en el penal de Tepexi de Rodríguez por los delitos de extorsión, lavado de dinero, evasión fiscal y uso de recursos de procedencia ilícita. Falta el delito de falsedad en declaraciones judiciales.
Foucault en su obra Vigilar y castigar, explica perfectamente el dolor y sufrimiento que recibían los criminales que eran expuestos ante la sociedad tras cometer escandalosos delitos. Y pronto detallaremos esta magnífica obra con uno de los delincuentes más odiados de México: Arturo Rueda Sánchez de la Vega.
Nadie se imaginó que este delincuente fuera una máquina para hacer enemigos potenciales a su socio, el ineficiente Nacho Mier Velazco.
Nachito, como es conocido, jamás calculó el daño irreversible que su socio le sumaba para sus aspiraciones políticas y hoy sigue dolido porque los diputados locales de Puebla le cerraron el paso ante la intentona de robarse la gubernatura que le tocó a Sergio Céspedes.
Su socio purga una prisión que lo ha llevado a un un punto de quiebre que detallaremos posteriormente.
Arturo Rueda no podrá de salir de prisión por lo menos en los últimos 30 años, y eso habla de un eficaz y justo sistema de administración de justicia que inició Miguel Barbosa.
En los próximos dos años, durante el gobierno de Sergio Céspedes, habrán de dictarse las sentencias correspondientes en contra de uno de los seres más miserables que conocen los poblanos.
Hoy, el extorsionador Rueda choca copas y brinda por la amarga navidad que pasará en prisión, lejos, muy lejos de la impunidad que le otorgaban…