Es el fin de semana, cuando un comando armado con chalecos blindados de alta especialidad, se pasea por las calles del sur de la ciudad, allá por el infonavit La Margarita y las colonias aledañas al Cereso de Puebla.
Ya enfiestados, no tienen el menor pudor en pasearse y entrar a los Oxxos que se les atraviesen. Se dotan de whisky, cervezas y cigarro y siguen la fiesta.
El escándalo es tal que en sus autos llevan la discoteca y nadie, absolutamente nadie los detiene. Ni siquiera los policías que rondan la zona.
El gobernador Antonio Gali Fayad, el alcalde Luis Banck Serrano y Óscar Santizo, deberían poner especial atención en este tema que no es de menor importancia, pues es uno de los bastiones que les dieron el triunfo en los pasados procesos electorales.
El sur de la ciudad se ha convertido en tierra de nadie, pues es increíble que estás células delictivas hagan de la Ciudad su discoteca y bar.
Por supuesto que muy pronto daremos a conocer la fuerza de estos grupos criminales que son parte del cártel de Nueva Generación o de los Zetas.
Por cierto: en el tianguis que instalan los fines de semana en Lomas de San Miguel, se comercializan diversas drogas.
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