Aurelia Navarro Niño

El partido Morena advirtió a la alcaldesa de Quecholac, Guadalupe Martínez Gerardo, y a su padre, Antonio Valente Martínez Fuentes, conocido como “El Toñín”, que la gobernabilidad en el estado de Puebla no se negocia, mucho menos cuando las movilizaciones se hacen con fines políticos.

La dirigente estatal del partido guinda, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, advirtió que Morena rechaza cualquier intento de convertir diferencias en confrontaciones políticas, subrayando que “la gobernabilidad en el estado no se condiciona”.

Ante este escenario, Romero Garci-Crespo respaldó plenamente al Gobierno del Estado y al secretario de Gobernación. Sostuvo que las instituciones estatales han actuado con firmeza para preservar el orden y proteger a la ciudadanía, no para jugar sobre intereses políticos de particulares.

“La transformación exige serenidad y coordinación. No respaldamos transgresiones de la ley que escudan intereses ajenos a los de la ciudadanía”, afirmó.

El municipio de Quecholac es gobernado por María Guadalupe Martínez Gerardo bajo las siglas del PSI. Su padre, “El Toñín”, ha sido señalado en diversas ocasiones por presuntos vínculos con actividades delictivas en la zona del llamado Triángulo Rojo, aunque él ha rechazado dichas acusaciones.

La posición de Morena surge después de que “El Toñín” difundiera un video en el que acusó al secretario de Gobernación estatal, Samuel Aguilar Pala, de presionar a su hija, la alcaldesa de Quecholac, para intervenir en el bloqueo en la autopista Puebla–Orizaba.