Conocedor de sus grandes pecados, el ex presidente municipal de Puebla Luis Banck Serrato, se ha ocultado para no ser investigado por la corrupción que permitió cuando fue impuesto en el cargo por el difunto Rafael Moreno Valle.

Pero ni siquiera eso le servirá para explicar ante las autoridades los desfalcos y empresas fantasmas que tanto fomentó su gobierno.

Haber si el señorito Marcelo García Almaguer no se enoja con el gobernador Miguel Barbosa por haber anunciado que investigará al señorito Banck “porque el señorito se fue sin que nadie le revisara las cuentas”, dijo el mandatario.

Platico esto porque Marcelo García me ha reclamado en un par de ocasiones que un servidor exhiba las transas y corruptelas de Banck, por eso espero que ahora no le reclame a Miguel Barbosa, cuyo gobierno es criticado en corto por García Almaguer.

Hay que recordar que Luis Banck fue nombrado jefe de la oficina del espurio gobierno de Martha Érika Alonso y a la muerte de ésta pretendía buscar la gubernatura de Puebla, acusando al gobierno federal de la caída del helicóptero en diciembre del 2018.

Banck recibió la espalda del grupo hegemónico y del panismo porque fue un ser mezquino que no supo sumar ni multiplicar, simplemente porque no le costó ganar la alcaldía de Puebla que le fue regalada.

Hoy, a pesar de estar escondido y auto exiliado, tendrá que rendir cuentas ante las autoridades correspondientes.