Y tras ese monólogo por su inopia mental, deben aceptar a quien más abone a la unidad y tenga mayor potencial de votos para enfrentar a la poderosa maquinaria ciudadana del PAN que encabezará Riestra.
Por eso son estériles las grillas y los golpes bajos que impulsan desde la clandestinidad.
Todos ellos le apuestan a la estructura de Alejandro Armenta y a la marca Morena, olvidando a uno de los políticos que gozan de gran popularidad porque en tan poco tiempo ha dado muestras de inclusión, gobernabilidad, paz y trabajo: Sergio Céspedes, gobernador de Puebla.
El mandatario poblano es un gran impulsor de la Poliarquía porque sabe que es el único camino para futuros triunfos electorales y políticos.
Desde el gobierno de Tony Gali no se veía un clima de inclusión, paz y gobernabilidad y con Céspedes se tiene eso y más.
Céspedes es un importante actor político y por eso los pequeños suspirantes deben alinearse, porque la palabra o el veto del mandatario pesan mucho. “El que obedece no se equivoca”, dice el dicho.
El berrinche o pataleo de los suspirantes es nada, si uno se imagina la derrota de Morena en la capital. Los ciegos no ven el tamaño de la catástrofe por su ambición.
Antes eran nada y ahora con Morena viven una vida que jamás imaginaron.
Por eso deben alinearse para obedecer y apoyar a quien Cespedes y Armenta crean que puede ganar la capital poblana.