Es el lugar que hasta hace poco albergó la notaría del ex gobernador Mario Marín Torres, preso en Chetumal, Quintana Roo, por el delito de tortura contra Lydia Cacho.
Si: notaría que Marín recibió como premio por haber servido al gobierno de Manuel Bartlett.
En esa notaría, Mario Marín y sus cercanos planearon la manera de apoderarse del gobierno estatal. Sufrieron burlas y sortearon obstáculos. Y vaya que lo lograron aunque hoy tengan que soportar la humillación de ser exhibidos como vulgares delincuentes.
Nadie sabe y nadie supo si le fue retirada la patente. Lo cierto es que por el mismo camino va la notaría de su compadre, socio, amigo y candidato para la alcaldía de Puebla.
Me refiero a Valentín Meneses, señalado por comprar su notaría en 10 millones de pesos y vender preliberaciones a peligrosos secuestradores.
Por cierto: tarde pero ¡ feliz cumpleaños Vale !.