Eduardo fue uno de los ex funcionarios que autorizó millonarios negocios y recibió pagos deshonestos. Manejó cantidades exhorbitantes con Moreno Valle.
Incluso el ex gobernador Tony Gali le encontró el uso de una nómina conocida como “lista de raya” con por lo menos 200 aviadores.
Y adquirió un terreno para construir canchas de pádel en la exclusiva zona de Angelópolis, en donde solía reunirse con varios morenovallistas.
Pero lo más sorprendente es cuánto tuvo de recursos para estar prófugo de la justicia en un lugar que cuesta bastante por ser un destino turístico internacional.
No se trataba de estar oculto, también parar rentar o comprar una propiedad para vivir, pagar impuestos y comprar comida.
Por eso este tipo de perdón que le hizo el gobierno de Puebla puede invitar a que muchos funcionarios roben a manos llenas y después traten de negociar con el gobernador en turno, fomentándose leyes laxas en beneficio del abuso y de los amigos.
Por cierto: ¿cuánto regresará de lo que tuvo por concepto de corrupción?.
En otro tema, me parece oportuno que alguien responda por tanto hoyo financiero cometido durante el Barbosismo.
¿O habrá negociación con Teresa Castro para que no pise la cárcel?.
Y ya para retirarme, ¿qué habrán encontrado en la Secretaría de Salud para echar fulminantemente al extitular Miguel Ángel Martínez, quien ridículamente pensó que podría ser gobernador de Puebla?.
Bueno la culpa la tiene quienes se arrodillaron con sus micrófonos y lapiceros…