La visita de Claudia Sheinbaum a los municipios de Tehuacán y San Pedro Cholula, sirvió para enviar un fuerte mensaje a aquellos “que son fundadores pero no ganan elecciones”, los destinatarios fueron Ignacio Mier y la exiliada, perdón, candidata a diputada Claudia Rivera Vivanco.

Que no se equivoque quien vaya a traicionar a Morena (como los mencionados), si no les dan premios de consolación que les permitan negocios al amparo del poder. Sheinbaum vino a poner orden para detener la rebatinga e inconformidad de los políticos que quedaron resentidos.

Sheinbaum conoce el potencial electoral del candidato morenista Alejandro Armenta, no por algo apoyó su candidatura. También conoce la fuerza del grupo político del gobernador Céspedes, (Chedraui y Estefan), a quienes les encargaron que haya contundencia y orden en la elección.

Claudia Sheinbaum no es una mujer tibia y eso que apenas es candidata. Cuando se convierta en presidenta de México, conoceremos a la verdadera Sheinbaum: una mujer que cambiará el status que hay.

Por eso gente falsa, perversa y desleal como Nacho Mier y Rivera Vivanco, deben dejar de chantajear y hablar mal de los liderazgos de su partido, para que en un futuro no sean investigados, porque tienen mucho que declarar ante las autoridades judiciales.

La percepción que tienen los morenistas es que pocos liderazgos aportarán votos, porque esperan que el milagro completo lo haga Alejandro Armenta.

Por ejemplo: al ver el video de la viuda en donde le preguntan respecto a su candidatura, responde de una manera grotesca, cual alumna de su esposo y cuya locura, lo llevó a cometer diversos delitos.

¿De verdad ella cree que ganaría por sí sola?. La respuesta es NO, porque su esposo dejó miles de enemigos en los 217 municipios.

Y dejó hoyos financieros que ella conoce a la perfección porque es quien lo cuidaba de tiempo completo ante su incapacidad siquiera de comer por si solo.

Pero esas son otras historias.